"¿Sabes? Yo me considero una persona muy lista e inteligente. Creo que es difícil engañarme. Pero..." y en ese momento se produjo un silencio que tampoco quise completar porque él tenía ya bastante con lo que tenía encima. Esa persona le había engañado completamente, como había hecho con todas sus anteriores relaciones y como haría probablemente con las siguientes.
Como su autoestima había quedado tocada después de esa relación, intenté que la mejorara y darle una posible explicación de por qué le había sucedido eso. Para hacerlo, tuve que hacer referencia a una explicación de lo que para él son sus cualidades principales, pero que se convierte en un bumerán que nos golpea fuerte cuando damos con una personalidad mentirosa y manipuladora.
La explicación era que él es una persona honesta y sincera, que dice la verdad, comprometida, preocupada por los demás y autosufiente y la suma de todo eso es el reto ideal para un manipulador mentiroso. Querer conquistar y hacer suya a esa persona, controlarla y una vez que sabe que ha conseguido quitar todas las protecciones, jugar al "no puedo seguir contigo porque no me quieres como yo te quiero" dejando una huella de culpabilidad en el otro que no sabe cómo demostrarle que sí le quiere.
No es verdad. Te ha engañado. Te ha conquistado a sabiendas que eras una presa difícil, pero honesta de las que ponen las cartas sobre la mesa desde el principio. Nada puedes hacer más que alejarte y rápido.
No todo el mundo es bueno y hay que aceptarlo y nosotros que nos creíamos tan listos, hemos acabado con alguna persona de esas que se aprovechan de los que creen en lo contrario: en la bondad de todo ser humano. Como dice Mila Cahue en Amor del bueno: "El manipulador abusa especialmente de la gente coherente e íntegra capaz de mantener su palabra hasta el final" .
Entre intentar buscar una explicación coherente en el otro para entender su conducta o proteger tu autoestima, tienes que elegir una opción que habitualmente se relaciona con los cobardes y que, sin embargo, ahora tienes que tener mucha valentía para practicarla: "huye y no mires atrás". Intenta salvar la poca autoestima que te queda para no tener que empezar de cero.
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| No intentes comprender a los que no tienen los mismos valores que tú en el amor. Solo ¡corre! |
¡Ánimo a la persona que esté en esta situación! No estás sola.
